domingo, 26 de abril de 2015

2015-04-25 Cuenca Piedra a Piedra

     Piedra a piedra, la naturaleza se mezcla, provocando imágenes que ilusionan y nos transportan al hábitat de hace cientos de años, mientras el agua profundiza las grandes hoces del Huécar y el Júcar,provocando un efusivo abrazo a la Ciudad que la comprime a esa pequeña pero bella parcela que ocupa Cuenca y donde brilla la fusión entre el agua y la piedra.
      Caminamos por sus calles convencidos de que personajes de otras épocas siguen habitando en esos espectaculares edificios de hasta 10 ó 12 pisos que se asoman a las hoces rompiendo todas las normativas de la arquitectura tradicional que provocativos e insinuantes emergen sobre el vacio apoyados sobre enormes roquedos.
       Por fin cuando te asomas al Júcar descubres los grandes "ojos de la Mora" que, desde la ribera opuesta,  vigilan constantemente todos tus movimientos y al igual que la ciudad te sientes agradablemente atrapado entre estas grandes hoces y dejas transcurrir el tiempo sin ánimo de escapar de este bello sueño.






































































































































































        
       
    

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