viernes, 26 de junio de 2015

2015-06-24 Cabeçò D'Or

     Siguiendo la pauta de entrenamiento que nos hemos marcado, hoy nos desplazamos hasta el encantador y clàsico  Cabeçó D'Or. El madrugón ha sido duro, pero metidos ya en verano la única posibilidad de moverse en la montaña por nuestro entorno es madrugando mucho e intentando terminar como mucho a las 11 y media o las 12.
    Así que a las 7 de la mañana ya estamos caminando desde el chalet dels Garrofers, al Sur de la montaña, por la bien trazada senda que dándose un poquito de prisa consigues llegar a la ombría antes de que el sol nos caliente la testa.
     En cuestión de una hora llegamos a la casa en ruinas y el nevero y tras algunas fotos seguimos subiendo por los ya muy empinados zig-zag que pausadamente vamos dejando atrás.
     Pasamos la pequeña trepa y en pocos minutos accedemos al último y empinado roquedo que nos llevará a la vertiente Este donde ya nada le impedirá al astro sol tostar nuestro pellejo.
      Seguimos la senda pasando por la ruinosa caseta del avenç y en unos pocos minutos más nos situamos en la cumbre, aproximadamente 1 hora y 45 minutos desde Els Garrofers.
       Como es muy temprano para almorzar debido al madrugón y sobre todo huyendo del sol, decidimos bajar a almorzar a las sombras del nevero.
        El almuerzo es solapado, como siempre, y bien regado por variedad de vinos, pues hoy al estar el grupo al completo, no podía ser menos; terminamos con el café y las pastas y con el cuerpo a tono iniciamos el descenso por la canal foradada, ruta directísima hasta alcanzar la pista, que viene de la Casa de Sebas, ya muy cerca del parking inferior de las Cuevas de Canalobre.
        Solo nos resta subir por la carretera a las cuevas y seguir la senda que por el Sur nos aproxime otra vez al vehículo en la casa dels Garrofers, a donde llegamos antes de las 12 de la mañana.


























   

lunes, 22 de junio de 2015

2015-06-17 Els Arcs del Bernia

ELS ARCS DE BERNIA 

    Hoy segunda salida pre-Pirineo, tampoco conseguimos el pleno del grupo, pero tan solo nos falta uno por cuestiones de fuerza mayor. 
    A cada excursión hay que incluirle una variante que la incentive y en este caso ha sido más que eso. Els Arcs ha conseguido cautivarnos por su espectacularidad y nos ha llenado de adrenalina para todo el día. 
     Sigo repitiéndome por qué tantos años subiendo al Bernia y aún no conocíamos este embaucador rincón, este trío de ases que son el arco mayor, la cueva de la reina mora y presidiéndolo todo el arco menor, al final te dejan sin respiración. 
     Bueno vayamos al grano; partimos de las casas del Bernia a las 7 y cuarto de la mañana cuando el joven sol acaba de salir de las profundidades del mar y se eleva poco a poco extendiendo sus enérgicos rayos hasta el último rincón. 
     Pronto llegamos a la font del Bernia y sin mas remedio comienza la dura ascensión. Conforme tomamos altura vamos cogiendo referencias de los contrafuertes de la arista más oriental, que es donde se encuentran Els Arcs, y vemos que no hay necesidad de llegar hasta la altura del Forat. Así que un poco antes nos desviamos a la izqda. por confusas veredas pero siempre con la referencia de no superar el contrafuerte más bajo. Y cuando vamos llegando a él la senda se afianza, deja la horizontalidad y asciende decididamente hasta alcanzar el cerrado circo donde se encuentran Los arcos y la cueva de la reina Mora. 
    El empinado acceso al gran arco está facilitado por una maroma con nudos que nos permite ascender hasta un gran recinto cerrado cuya única entrada o salida es el gran arco por donde nos hemos introducido. Aquí arriba te sientes como el águila que anida en las inaccesibles cárcabas de los cortados. 
     Ante la imposibilidad de continuar por allí hasta el arco superior, descendemos por la maroma y siguiendo la senda que traíamos llegamos a un falso collado donde a la derecha se intuyen marcas de piedras que seguimos a través de unas contínuas pero fáciles trepas hasta llegar casi sin respiración a otro collado donde la brisa marina reanima nuestros pulmones y nos da nuevos bríos. Allí ya tenemos a nuestro alcance el pequeño pero superior arco, al cual debemos dar un pequeño rodeo para situarnos prácticamente encima y gozar de este impresionante paisaje. 
    Después de muchas fotos y ya en la bajada de regreso constatamos que también hay posibilidad de acceder a la parte superior del gran arco, que habíamos atravesado en primer lugar, y sin pensárnoslo mucho conseguimos también situarnos encima de él. 
     No he hablado de la cueva de la Reina Mora a la cual subimos al salir del primer arco y que no tiene mucho que mencionar aparte de su grandiosidad. 
     Ya por el camino de regreso, dirección al Forat, vamos comentando la gran sorpresa que ha resultado para nosotros el encuentro con el rincón dels Arcs y al que no tendremos más remedio que regresar en alguna otra ocasión. 
     Atravesamos el Forat y como siempre nos encontramos con ese hermoso cuadro, que es en estos momentos del día, la ombría del Forat con el brillante fondo del mar acompañado por la playa del Albir y la no menos despampanante Sierra Helada y los rascacielos de Benidorm. 
     Almorzamos y rápidamente continuamos trayecto ya que el de hoy es largo. Pasamos junto al cartel que indica "Pinturas rupestres y Ermita del Vicari" y como es la primera vez que lo vemos, decidimos desviarnos por esa pequeña senda de subida hasta dar con los mencionados. Una vez visto el cerrado recinto con verja para proteger lo poco que queda de las pinturas rupestres que habrían allí en su día, regresamos a la senda principal para más adelante comenzar el ascenso hasta el Portichuelo donde nos espera la chimenea que nos permitirá subir a la crestería. 
     Después de coger un poco de aire en el Portichuelo y dejar atrás la chimenea caminamos por el destartalado territorio superior, castigando los tobillos, hasta cruzar de nuevo a la vertiente NorEste en busca del paso del arbolico. Paso que ahora apoyándose en la cadena que han colocado no tiene ninguna complicación. 
     Seguimos subiendo y cresteando hasta llegar de nuevo a la maroma, también colocada hace pocos años, que facilita la subida hasta el último obstáculo de la cumbre. 
     Después de algunas fotos seguimos por la cresta descendiendo, primero con ayuda de otra maroma y luego con una cadena para desembocar al poco en el gran pedregal, desde el que cansados y sedientos llegaremos al fuerte. 
     A pesar del cansancio nos deslizamos hasta la font del fuerte para recobrar un poco de fuerzas y refrescarnos. Solo racha un pequeño hilito de agua, pero es suficiente para saciar nuestra sed y darnos ánimos para continuar. 
    Al regreso hasta las casas el Bernia como de costumbre nos impresiona el profundo barranco que por nuestra izquierda formará más adelante el río Algar. Y pronto podemos ver también a nuestra izquierda el Pas del Bandoler que al poco se une con el barranco que va al Algar. 
    En las casas del Bernia damos por finalizada esta larga jornada a las 2 y media de la tarde, cansados pero con la fuerte convicción de que VOLVEREMOS AL RAÇÓ DELS ARCS.