Definitivo y último entrenamiento antes de Pirineos, hoy el grupo más reducido.
Acaba de amanecer y el sol hace un vano intento de levantar en el horizonte, pero hoy no es su día, se resiste y vuelve a quedarse dormido; nosotros no, bien despiertos y agradecidos al sol por no elevar nuestra temperatura, partimos desde el Santuario de Sant Cristófol (Cocentaina) en dirección al bonito y elevadoTorreón que domina todo el Valle.
Comenzamos el duro ascenso al Pic Negre acompañados por un pequeño "chirimiri" que nos sabe a gloria celestial. Pasamos el poblado Ibero y llegamos al pié del Malpaset, por el que yo no había pasado nunca, pues el camino lo contornea por la solana, pero mi capricho es aceptado por el grupo y el citado Paset resulta ser una pasada y una novedad para mí. Bajamos por la Norte de la cresta y después de descender un poco, por un atajo empalmamos de nuevo con el sendero que ya muy empinado nos lleva a la font del Uit y mucho más empinado hasta el Alberri, donde cogemos un poco de aire y hacemos unas fotos para descender a la cabecera del barranco del Carrascalet y emprender la subida final al Montcabrer.
La lluvia arrecia y bajamos a almorzar protegidos por la oquedad de la solana y fuera del alcance de las bravas cabras que suelen rifarse el almuerzo de todos los que suelen almorzar en la cumbre.
Después de reponer fuerzas, Pablo nos propone bajar por el directo sendero que baja a la Font de Sanxo, siendo aprobado por unanimidad y siendo otra novedad para los demás en esta ruta. El sendero es una preciosidad a pesar de que hoy con la niebla no hemos podido disfrutar de su magnífico paisaje.
La font de Sanxo todavía se resiste a estar seca y aún suelta un medio chorrito de agua, no creo que dure todo el verano.
Bajamos por el Barranco de L'Asqueraruela con mucho cuidado pues todo el roquedo mojado resulta altamente resbaladizo.
Por fin llegamos a la font de las Uit piletes donde si que todavía cae un hermoso chorro de agua y desde allí hasta Sant Cristófol el descenso pasando por la Penya Banyada es poco más que un gozo donde las adelfas, las esparragueras, el espliego y la manzanilla se muestran,con el agua caída, en su punto álgido.
