viernes, 17 de junio de 2016

2016-06-16 Crestería de Monteagudo

Segunda salida de preparación para Pirineos Julio-2016. Hoy estamos casi al completo, sólo a falta de los dos componentes José Luis y Clemente que tienen como primer objetivo su viaje a Santander y la participación en la carrera de 100 kilómetros.
    Así que madrugamos bastante, saliendo del Club Amigos del Tenis Pablo, Miguel, José Luis Justamante, Paco y yo, pronto nos damos cuenta que no es el día más indicado para recorrer la crestería debido al fuerte viento que nos intimida.
     De momento vamos haciendo la aproximación con la fresquita de la mañana, han bajado las temperaturas más de 6 grados desde ayer, y eso nos anima a seguir optimistas. Llegamos a la altura de las dos grandes balsas (una de ellas parece que está inutilizable hace unos años) y descendemos hasta el collado donde nos dividimos en dos grupos: José Luis y Miguel subirán por la solana evitando la cresta y por el contrario Pablo Paco y yo iniciamos la subida campo a través al inicio de la crestería.
     Una vez asomamos a la cresta volvemos a comprobar todo lo que nos va a estar amenazando el viento en los momentos más delicados, así que nos lo tomamos con calma y poco a poco vamos avanzando. Esta cresta se hace muy entretenida y hay que ser paciente por sus muchos sube y baja en el roquedo, a pesar de que siempre disponemos de muy buenos agarres y eso te da confianza.
     La máquina de fotografiar va cambiando de manos, unas veces fotografía el primero y otras el que va el último. Manera de conseguir distintas tomas y perspecctivas.
     A lo lejos comprobamos como nuestros compañeros acaban de hacer cumbre en el Monteagudo,
pero a nosotros todavía nos queda aproximadamente media hora de crestería.
     Por fin llegamos al tramo más expuesto y delgado, pero siempre con muy buenos apoyos y lo mismo cambiando de manos la cámaro vamos tomando nota de toda la fina cresta.
     Ya estamos al pié del Monteagudo y tan sólo con una pequeña trepada nos reunimos con nuestros compañeros que adheridos de frío, llevan van de media hora esperándonos en esta pequeña y desangelada cumbre.
      El descenso lo repetimos aproximadamente por el mismo roquedo que lo hicimos el año pasado y vuelve a ponernos atentos a todos en varios momentos. Al fin conseguimos alcanzar el camino-pista que rodea por el Oeste al Monteagudo, siguiéndolo hasta cerca de las balsas, donde lo dejamos haciendo una transición por la parte izquierda de las balsas y siguiendo un apenas visible sendero que está pronto a desaparecer llegamos hasta la rambla que habíamos cruzado esta mañana en la ida.
     Desde aquí al Club de tenis es un simple paseo de 15 minutos; al final han sido tan sólo unos 8 kilómetros de distancia y unos trescientos y pico de metros de ascenso, pero muy intenso y divertido.
Damos por concluidas estas tres horas de ruta y sacamos los bocadillos y el vino para acabar con buen tino esta mañana de viento que no ha impedido llegar a nuestro objetivo po el camino más largo pero el más divertido.










































































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