Pablo, Paco y yo recogimos a Juan en la salida de la autovía nº 581 pasado Murcia y pasado el río Segura la tercera salida.
Juan nos sugirió que fuéramos por Totana y Aledo hasta el collado Bermejo y a las 8 y media de la mañana allí estábamos.
Comenzamos a caminar por pequeño sendero a la derecha de la carretera hasta que volvimos a cruzarla para dejarla al mismo tiempo otra vez por la izquierda, por un viejo sendero apuntalado con piedras hasta llegar a un gran árbol caído en medio del camino y a la derecha señales de hitos que seguiremos más o menos siempre en subida con algo de diagonal a la izquierda. Tortuosa y empinada
ruta hasta que de pronto aparece ante nosotros el dedo y el arco de Sigismondi. Es como si de pronto te encontraras en otro planeta, casi sumergido entre grandes roquedos que minimizan nuestras pequeñas figuras.
Después de poner el disparador de la cámara al rojo vivo decidimos bajar hasta el Carrerón del diablo; vertiginosa canal por la que trepamos hasta llegar al empotrado roquedo que tapa su salida. Como Juan nos ha dicho que él no va a subir, llegamos hasta ahí y nos bajamos. La verdad es que el canalón se las trae, y hasta que no sales de él el corazón te va a 100 por hora.
Tras esta práctica en roca nos dirigimos a la Peña "Soleá" y como va siendo hora de hincar el diente nos acoplamos de cara al sol para reponer energías.
Continuamos subiendo y bajando a media altura en busca del paso que nos permita elevarnos al Torreón de los Exploradores de más de 1500 metros, pero Juan que es hoy nuestro guía, no llega a orientarse bien y seguimos subiendo y bajando por canchales y barrancos en busca de la senda que nos permita la subida.
Al final Juan decide que bajemos a la altura de la carretera (que va al collado Mangueta), para desde allí intentar ver la mejor subida. Al final vemos un resquicio de subida al final de un pequeño barranco y por él comenzamos a superar el desnivel que nos queda hasta el Torreón. Casi al final encontramos un refugio-cueva de arruís y un poco más arriba nos quedamos cortados por una pared. Descendiendo un poco y por la derecha conseguimos salir del canalón y tras una pequeña trepada llegar a la loma que ya nos permitirá llegar al Torreón. Sale un Jep militar y desde la carretera nos llaman la atención diciendo que para arriba a la zona militar no podemos pasar, así que vuelta atrás y al principio por la carretera y luego en una curva por sendero a la izquierda vamos a parar a una pequeña caseta para el agua desde donde desciende una tubería y un sendero paralelo que va cortando las revueltas de la pista que encontramos un poco más abajo.
Siguiendo el final llano de la pista por la izquierda conseguimos volver a ver por un momento el dedo y el arco de Sigismondi, del cual nos despediremos de seguida pues ya no se puede ver desde ningún otro punto si no subes a su altura.
Después de 5 h. y cuarto conseguimos regresar al collado Bermejo tras una mañana muy montañera y de conocer uno de rincones más hermosos de Sierra Esp
