jueves, 12 de junio de 2014

2014-06-03 Tajo de los machos desde Albergue Universitario (Sierra Nevada)

  Creíamos que iba a ser un paseo militar y nos hemos encontrado con una preciosa invernal, aunque nos ha supuesto un esfuerzo extraordinario subir en estas condiciones.
   Comienza la nieve en Borreguiles y tal como vamos ascendiendo al collado de la izqda. del Observatorio Astronómico nos damos cuenta que la nieve superficial, caida hace 2 días, está blanda dos dedos, pero bajo esa capa se encuentra una nieve muy dura.
    Nos sorprende la Laguna de Las Yegüas completamente helada y el camino no aparece por ninguna parte, solo nieve y más nieve.
    Decidimos ir elevándonos poco a poco por los Tajos de la Virgen pero al poco no tenemos más remedio que colocarnos los grampones pues las laderas estan muy heladas.
    Seguimos en un diagonal ascendente llegando al punto de que nos parecía más sencillo llegar a lo alto de los Tajos que continuar a media ladera; menos mal que no lo hicimos por que poco después desde el refugio Elorrieta pudimos comprobar como estaba el cordón de los Tajos de la Virgen y daba miedo.
     Fuimos evitando los contrafuertes de los Tajos de la Virgen y en diagonal conseguimos, gracias al GPS, encontrar el paso al Refugio Elorrieta, el cual estaba medio cubierto de nieve.
     Tomamos un pequeño piscolabis y continuamos recorriendo el largo cordón de peñascos que nos separaban del Tajo de los Machos a donde llegábamos después de 6 horas.
      El regreso fué muy lento dado que el cansancio había hecho mella en nosotros. Llegamos a Elorrieta y   con media pájara encima nos alimentamos y descansamos un poco, pero fué suficiente para volver a estar
en condiciones para afrontar el delicado descenso que se interponía entre nosotros y la Laguna de las Yegüas.
     Habíamos pasado las Lagunillas de la Virgen sin enterarnos, cubiertas completamente de nieve, pero de aquí en adelante ya solo era cuestión de tiempo. Y eso es lo que hicimos tomarnos el regreso con toda la
calma que nos fué posible, llegando al Albergue Universitario a las 7 y cuarto de la tarde, desde las 7 y media de la mañana que habíamos iniciado la excursión.
      En definitiva contentos por este regalo que sin esperar hemos recibido, a veces la montaña es complaciente y se engalana para que podamos disfrutarla.























































































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