Guiados perfectamente por el grupo de montaña del CEE -PATA NEGRA, y siguiendo un itinerario, imposible y fuera de sendero saltando de roca en roca, unos 40 montañeros hemos ido ascendiendo entre palmito y romero por esta vertical pared que defiende al exultante Peñón Divino. Casi en todo el recorrido hemos sido vigilados por varios grupos de Arruis que han puesto la guinda pintoresca a esta exigente ascensión.
Menos mal que al ganar su cumbre hemos sido premiados por un sublime paisaje con el que hemos compartido almuerzo.
El regreso no ha sido nada sencillo en cuanto a esfuerzo; en el inicio hemos descendido hasta el torreón de palomas y por el camino que comunica con la pista del barranco de Taganina, hemos alcanzado su más alto collado y desde allí al Peñón Melero desde donde ya sí el descenso ha sido continuado y por sendero hasta llegar a las casas de Isidoro. A partir de aquí sólo siguiendo la interminable pista en bajada hemos llegado al encuentro de los vehículos y la estupenda "picaeta" que el Grupo de Montaña Pata Negra nos tenía preparada. Desde aquí nuestro agradecimiento a todo el grupo por su gran dedicación a esta ruta y al gran final de fiesta que nos han deparado. La ruta ha durado casi 6 horas y unos 15 kilómetros.
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