Recomendado por Eli nuestra anfitriona en el Hotel Paris, nos dirigimos, por la vertiente izqda. del río Lanjarón y por bonita senda empedrada, al Refugio de Tello, rincón paradisíaco años atrás y que a pesar del enorme incendio que sufrió ha vuelto a salir de las cenizas y cautivar a todos los que visitamos este encantador rincón del río Lanjarón.
La perfecta senda discurre a cierta altura del río entre grandes castaños, algunos todavía reflejan la huella del incendio, pero otros son esbeltos y con un verdor intenso.
Pasamos por la única fuente de la subida "Matamárquez" que generosa inunda el camino rodeada de una vegetación exultante.
Llegamos a Tello donde el agua freca de su fuente tambien sale a nuestro encuentro saciando la sed y dándonos nuevo aliento.
El descenso extraordinario por la Acequia Nueva, casi todo el camino llano; una hora larga acompañados por el ruido del agua, más castaños y encantadores flores de todos los colores.
Cuando se acaba el camino seguimos la acequia que se desboca ladera abajo regando a su paso huertos y cortijos de la Bordaila y sus llanos.
Y desde el cortijo de la Víbora atajamos en busca del asfalto que nos servirá de regreso a este encantador pueblo.
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