Dejamos el vehículo en venta Cuernos y pronto nos damos cuenta de la gran cantidad de nieve que todavía queda de la caída hace hoy justo una semana.
Nada más comenzar a caminar la pista va blanqueando los laterales. Para al poco de terminar la pista y convertirse en sendero, junto al pou del Barber, se cubre completamente de nieve que nos irá acompañando durante el resto de la ruta.
El tránsito por la senda del bosque ha resultado un angelical acontecimiento. Tanto los pinos como las carrascas, eran con su verdor, los únicos que sobresalían del precioso manto blanco.
Mañana encantadora para la fotografía y así la he disfrutado. Foto a derecha, a izquierda, al frente, atrás, delante, fotos a gogó con la suerte de que el sol nos ha acompañado durante toda la mañana, en los momentos que salíamos a la solana, pues la mayor parte del recorrido ha sido por la ombria.
Llegamos al magnífico rincón del Más de Tetuán, donde abrimos los ojos de par en par para admirar tanta belleza y a su milenario tejo.
Seguimos por la pista de la Font Roxa, pasando por el Pla dels Gelaors hasta llegar al bien situado mirador sobre el Santuario. Donde en su pie parece que han cerrado un pequeño pozo de agua y han reproducido una antigua carbonera. Aprovechamos este mirador para almorzar disfrutando de los nevados Montcabrer, la Serrella, Aitana todos ellos con un extenso manto.
Regresamos por la misma pista hasta el Más de Tetuán y volvemos a disfrutar de los vericuetos, que el sendero entre el bosque, nos vuelve a ofrecer.
Y después de cuatro horas llegamos al punto de inicio tras una jornada memorable donde el sentido de la vista ha gozado de una de las visiones que más nos apetece, la nieve.
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